Desde que estalló la Revolución Industrial, nuevas ideas de cómo
darle identidad a esta nueva humanidad que sufría cambios constantes se fueron
desarrollando. Aunque el mundo vivió una larga etapa de historicismos y
academicismos, existía gente que no estaba satisfecha con lo que se vivía. Si,
los griegos y los romanos tuvieron una etapa de esplendor única, pero ellos
vivieron condiciones totalmente diferente a las que se vivían en el siglo XIX.
Ninguno de los llamados “neos” reflejaba realmente lo que estaba sucediendo en
el mundo; no mostraban los avances tecnológicos, tampoco se veía una idea clara
de lo que se quería expresar, simplemente era un collage de estilos antiguos
que juntos se veían hasta cierto aspecto ridículos y sin sentido.
La industria mostraba otra cara de la vida humana en el siglo XIX,
totalmente opuesta a las ideas de los historicismos. Sin embargo, la producción
en serie benefició bastante a la industria de la construcción, ya que se
creaban piezas rápidamente, para su ensamble rápido. Todo esto se vio reflejado
claramente en el “Crystal Palace” donde piezas prefabricadas de metal y cristal
se unieron para crear un pabellón de dimensiones exponenciales que maravilló a
las masas.
Crystal Palace |
Gente como Ruskin y Pugin, empezaron a buscar cual era la esencia de
esos tiempos para poder encontrar un
estilo que representara a esta nueva etapa de la humanidad. Sin embargo, no fue
hasta casi a finales del siglo XIX cuando las ideas empezaron a tomar forma.
Tras las ideas de Ruskin y Pugin donde reflejaban una idea de una
arquitectura pura, sin mentiras y con honestidad, se fueron desarrollando y
reinterpretando con el tiempo. Esto se puede ver claramente en un estilo que
despertó a través de todas estas ideas, sumandole la idea de mostrar una
arquitectura bella.
Hotel Tassel |
En Bélgica, el arquitecto Victor Horta unificó las ideas para crear
un nuevo estilo arquitectónico, el Art Noveau. Con su primera edificación de
este estilo, el Hotel Tassel, Horta introduce la planta libre, el uso de
materiales novedosos, como el cristal y el metal para crear un espacio sublime,
donde la industria se fusiona con la naturaleza de una manera nunca antes
vista. Las columnas de metal, que soportan la estructura, son a la vez
ornamento y muestran cierto expresionismo, al moldearlas y darles formas
orgánicas parecidas a plantas o elementos naturales. Todos estos detalles
demuestran las ganas de ornamentar un edificio sin caer en la mentira,
mostrando la verdad de cómo se construyó dicha obra a través de sus materiales.
Victor Horta no solo diseño los edificios, sino también el
mobiliario, dándole al conjunto una lectura unificada, donde cada elemento
pertenecía al todo, dando a entender la idea de “una total obra de arte”. Esta
idea de una total obra de arte se vera reflejada a través del tiempo en los
estilos que posteriormente saldrán después del Art Noveau.
Así como Horta, existieron personajes como Henry Van de Velde, que
siguieron con las ideas del movimiento Art Noveau. Aunque Van de Velde fue más
teórico, sus obras representan esa idea de unificar cada elemento para crear
una composición completa, y expresa la necesidad del artesano como un elemento primordial
y de esa idea por la expresión.
edificio principal de la Bauhaus en Weimar, de Henry Van de Velde |
En Francia, Hector Guimard
siguió las ideas de Van de Velde y plasmó una arquitectura expresionista
que se expandió hasta los espacios urbanos, como es el caso de las famosas estaciones
de metro en París, dándole un toque un tanto mágico a la ciudad. Guimard
además, en su casa planteó una edificación donde curvas y líneas se unian para
formar una composición única y expresionista.
Casa Guimard |
El Art Noveau fue simplemente uno de los inicios de las ideas de la
modernidad, fue uno de los primeros intentos de encontrar el eslabón entre el
hombre y la maquina, esa idea de identidad de la época y de sentir la
pertenencia a ella. Además fue novedoso en su sistema constructivo y de mostrar
de que esta hecho el edificio. Además fue perfecto ejemplo de buscar la idea de
la artesania sin dejar al lado la tecnología y la industria.
El Art Noveau empezó como un estilo nacional, un modelo para darle
identidad a Bélgica, sin embargo, se esparció rápidamente en diversas partes
del mundo, siempre reinterpretándose. Este estilo, desgraciadamente duro poco
más de diez años, ya que posteriormente obtuvo muchas críticas y fue catalogado
como un estilo caprichoso y sin sentido. Afortunadamente, muchas de las obras
maestras del Art Noveau siguen en pie, dejando una huella de una etapa de la
historia.
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