martes, 25 de enero de 2011

Utopia urbana

Recuerdo cuando vi la película Metrópolis de Fritz Lang o cuando leí el libro de Sueñan los androides con ovejas eléctricas de Phillip K. Dick, en ambas historias se plantea un mundo decadente, ciudades fantásticas en las que la tecnología invadía las ciudades. Aunque ambas obras tratan temas de un futuro en el que la humanidad y la maquina se habían unido, se hicieron en años muy distintos. Aun cuando estas historias son demasiado dramáticas, ambas tratan de mostrar una realidad que podría existir, analizando el contexto actual (ambas el de su tiempo) y viendo a que nos podría llevar el futuro si la tecnología sigue avanzando de esa manera. Tal vez estas historias nos muestran el futuro de la humanidad de una manera un poco (o bastante) pesimista, pero nos da una idea de lo que pasa por la mente de los artistas y no solo ellos, si no la gente en general. Al parecer en todas las artes surgió esta idea del futuro y de cómo la sociedad va en decadencia, y buscaron plasmar estas ideas para después formular respuestas ante este problema que iba surgiendo lentamente.

Metropolis 1927

No sólo en la literatura y en el cine se presentaron este tipo de ideas hacia el futuro. En la arquitectura mucha gente desde hace mas de cien años se ha planteado ideas de lo que ocurriría en la ciudades si seguimos con ese ritmo y estilo de vida. Cuando comenzó la revolución industrial, nuevos sistemas de construcción e ideologías comenzaron a rondar por todas partes como una reacción ante este nuevo fenómeno nunca antes visto en la historia. El acelerado crecimiento de la industria generó que gente del campo llegara a las ciudades en busca de un nuevo aire, esto sin embargo causó un excedente de población en las ciudades y de un crecimiento desmedido, que a su vez, se desarrolló de una manera desordenada por la construcción masiva de la industria. Todos estos factores, además de las ideologías socialistas de pensadores como Marx y Engels generaron un cambio radical en la sociedad. En todo el mundo, guerras revolucionarias en contra de la monarquía se levantaron, haciendo un giro de 360 grados, ya no era el rey o el papa el principal en la sociedad, sino la gente del pueblo.
Con todos estos aspectos socio-políticos volando por el aire, el mismo arte cambió su concepción, en la pintura, ya no era el rey o el noble al que pintaban, sino a la gente que trabajaba la ciudad. En la arquitectura, la iglesia y el palacio dejaron de ser el edificio predominante; y la fabrica, los edificios administrativos y posteriormente la casa obtuvieron un rol mayor en esta época. Sin embargo, justo cuando todo esto era señal de progreso y de unificación, se encontraron con grandes problemas de identidad. En la arquitectura se comenzó a buscar cual era el tipo de construcción que debía marcar la época del hombre moderno así como en épocas pasadas marcó al griego, al romano o al egipcio. Por lo tanto gente como Augustus Welby Northmore Pugin y John Ruskin comenzaron buscar esa identidad del hombre de la revolución industrial y descubrieron en el gótico esa esencia de la moralidad y la verdad en la arquitectura. Sin embargo, esas ideas, al no tener un contexto pasado en el que basarse, no encontraron la formula para plasmar sus ideas. En este punto es cuando se plantea, por decir así, la primera idea de una arquitectura moderna.
En ese entonces todas estas ideas de Ruskin y Pugin parecían una especie de utopia. Sin embargo, sus ideas se esparcieron y llegaron a oídos de arquitectos contemporáneos que las absorbieron y las reinterpretaron creando así, una ideología mas concreta de lo que era la arquitectura moderna.
No fue tan fácil llegar a un acuerdo de lo que debía de ser considerado el “estilo de la época”, en diferentes partes del mundo las ideas que venían desde la revolución industrial se esparcieron como semillas y comenzaron a germinar de una manera inigualable. En Inglaterra, que fue el país donde se inició la revolución industrial, se creó un movimiento llamado Arts & Crafts. El Arts & Crafts buscaba una respuesta ante la vida agitada de las ciudades, ya muy densa para aquel entonces, y dio la alternativa de la vida suburbana. William Morris tomó esas ideas de Ruskin y Pugin y las plasmó en una tipología en el que la arquitectura y la naturaleza se unificaban de un modo sublime. En Bélgica, apareció el llamado Art Noveau, donde gente como Henry van de Velde y Víctor Horta plantearon una idea de la naturaleza en la arquitectura, creando formas orgánicas y un tanto caprichosas casi a manera de escultura.


Red House/William Morris

En Inglaterra surgió el Deutsche Werkbund con el lema Vom Sofakissen zum Stadtebau (desde los cojines del sofá hasta la construcción de las ciudades) donde arquitectos como Bruno Taut, Walter Gropius y Peter Behrens veían a la mecanización como una nueva alternativa para la construcción, dándole una nueva simbología a los edificios tanto así, que llamaron a las fabricas “catedrales de trabajo”. En Austria, gente de la secesión buscó la manera de independizarse de la monarquía a través de una arquitectura que rompía con todo, creando una síntesis en el ornamento a manera de rebeldía. Estaba también el De Stijl, en Holanda, donde una casa, un cuadro, o un mueble forman parte una sola cosa, recordando la palabra alemana gesamtkunstwerk o una total obra de arte.


Glass Pavillion/Bruno Taut

Aunque también por separado, gente específica planteo sus ideas acerca de la modernidad, como es el caso del enigmático Adolf Loos. Adolf Loos plantea en su famoso escrito Ornament and Crime que el ornamento representa a una sociedad retrograda y que la sociedad moderna debía de optar por la austeridad y la sencillez en todo. A manera de sarcasmo da un ejemplo de cómo un hombre tatuado en tiempos lejanos era algo cotidiano, pero que en la actualidad una persona con un tatuaje es mal vista ante la sociedad.
Algo curioso de todas estas ideologías es que buscaban una sola utopia clara: unificar al hombre con la maquina. Al pensar en esta meta me da un poco de miedo el hecho de que el hombre y la maquina se conviertan en uno solo, me hace pensar en Metrópolis o en películas como Matrix, donde ya la tecnología es parte de la vida. Sin embargo, todas estas ideologías aun no encontraban ese eslabón, pero una cosa llevó a la otra, los pensamientos que no eran aptos, se desecharon, y los mas viables se siguieron estudiaron mas a fondo para buscar la mejor solución a los problemas sociales.
Aquí es donde comienzo a hablar de uno de los pensamientos mas radicales y dramáticos de la historia de la arquitectura moderna. En Italia, gente como Filippo Tommaso Marinetti que en su manifiesto futurista muestra el rechazo ante todo historicismo y de cómo las ciudades deberían de ser destruidas para hacer todo tabula rasa y crear ciudades que en diez o quince años se destruyeran para volver a construir nuevas ciudades que se regeneren una y otra vez. Esta concepción de destrucción muestra un poco las ideas un tanto fascistas que esta gente tenia y de la adoración hacia la juventud y lo etéreo. En su manifiesto, Marinetti muestra ese amor por la velocidad, el movimiento, el cambio, la violencia, la energía, la guerra y del automóvil (¿Tendrá que ver con la idea de los automóviles italianos como Ferrari o Lamborgini?). Al pensar en utopías, los italianos son de los mas grandes que hay, idealizaron una ciudad de una manera única, nunca antes pensada, y realmente tomando en cuenta algunos de los aspectos mas importantes de la sociedad, la idea del cambio rápido y constante, que esa época ya estaba empezando a surgir y que en nuestro tiempo ya es algo cotidiano.
Otro movimiento utópico de interés fueron los soviéticos con sus ideas constructivistas y racionalistas. Los soviéticos, recién terminada la revolución rusa, comenzaron a idear modelos de ciudades con cualidades que se adaptaban de una manera impresionante a las ideologías de Lenin. Se pensaron ciudades de mancha lineal, donde estas estuvieran dirigidas por una línea que unificaría las ciudades por medio del ferrocarril. Toda la infraestructura iba a estar organizada linealmente regidas por la vía del ferrocarril, formando una franja de vivienda, una de comercio, una de área verde, y finalmente una del ferrocarril. También diseñaron su propia “catedral del socialismo”, el edificio para la tercera internacional plasmada solamente en papel y en maqueta, pero nunca llego a su realización. En esta época surgió la escuela llamada Vjutemas enfocada al arte en general, aquí se experimentaron con nuevas técnicas y se educaron nuevos artistas incluyendo arquitectos, sin embargo, no duro mucho. Los rusos fueron otra gente que desgraciadamente sus ideales apenas iban hacia la cumbre, pero nunca pudieron realizar la mayoría de sus proyectos, ya que a la llegada de Stalin, todo esto se perdió.



Citta Nuova/Saint´Elia



Ciudad Lineal/ Nikolai Milyutin

Como había mencionado anteriormente, hay gente muy especial que solas fueron su propio movimiento, como en el caso de Le Corbusier. Este hombre desarrollo las ideas mas novedosas en la arquitectura moderna, experimentó con gran adiestramiento sus ideas en cada casa o edificio que construida e identificando los pros y contras de sus construcciones. Sin embargo, Le Corbusier se fue mas allá de la realidad y se planteó una ciudad donde se destruyera el viejo Paris y se construyera encima de ella. La ciudad tendría grandes avenidas para que el automóvil pasara con facilidad, y separaba al peatón de la calle. Los edificios serian de un solo tipo, y estos predominarían en la ciudad, aquí estaría la gente que controlaba en cierto modo la ciudad. En las periferias se construirián otro tipo de edificios para los trabajadores. Esta ciudad llamada “ciudad para tres millones de habitantes”, causó demasiado impacto y controversia en la sociedad. En esta idea Le Corbusier plasmó su pensamiento totalitario de querer controlar cada aspecto de la ciudad, creando así una ciudad genérica sin identidad. El trató de pulir su idea en la “Villa Radieuse” creando una especie de plaza central pero con la misma concepción del rascacielos en forma de cruz. Otra ciudad en la que trató de intervenir fue en la ciudad de Algiers, donde su idea totalitaria estaba mas clara que nunca. Los edificios nuevos se levantarían al lado de la ciudad antigua y se verían a lo lejos a una escala monstruosa. Aunque seguía la idea de la ciudad lineal, al nueva ciudad de Algiers parecía imponer sobre la antigua, creando un desbalance trágico. Aunque a Le Corbusier se le atribuyen muchas ideas y conceptos, cabe claro que en el aspecto urbanístico jamás fue escuchado realmente por sus ideas demasiado extremas.
Otra de las personas de las que es importante hablar es del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright. Frank Lloyd Wright, a diferencia de Le Corbusier, buscaba un estilo de vida suburbana en las mismas ciudades, de esta manera, ideó la famosa Broadacre city. Frank Lloyd Wright creía que lo mas importante de un hogar era el concepto de familia, y de igual manera lo pensaba urbanísticamente. Su idea utópica de una ciudad donde la vida fuera semirural y semiurabana eran ideas que venían desde el Arts & Crafts, pero ahora con una interpretación mas clara. Frank Lloyd Wright solo pudo edificar construcciones aisladas en diferentes partes de los Estados Unidos, pero siempre pensando en la idea de la Broadacre city.



Villa Radieuse/Le Corbusier



Broadacre city/Frank Lloyd Wright


Al interesarme estas ideas de la utopia en la arquitectura y el urbanismo, descubrí que en tiempos mas recientes aparecieron otras personas con ideas de cómo se debería de vivir en una ciudad, o de cómo sería la vida en un futuro. Las ideas de Le Corbusier, los futuristas, Frank Lloyd Wright y de los constructivistas, solo fueron el detonante para una nueva perspectiva de la arquitectura moderna.
En los sesentas, existió un grupo de arquitectos que comenzaron a idearse ciudades del futuro enfocadas en la tecnología, el Archigram. En sus ideas de las ciudades se nota la fuerte influencia que los futuristas italianos tenían sobre ellos, retomaron sus ideas y literal crearon ciudades en movimiento. Una de las ideas fue la Plug-in-city, donde la ciudad era una especie de armazón en la que se le incrustaban las habitaciones con sus habitantes y esta ciudad iba evolucionando con sus mismos usuarios. Otra de las ciudades utópicas diseñadas por el grupo Archigram fue The Walking City. Esta ciudad tenia patas para que se pudiera mover a donde el usuario quiera, al parecer no es tan utópica ya que se esta construyendo y se planea mandar a Marte como una atracción turística. El hecho de pensar que cosas como estas se están construyendo, de nuevo me pongo a pensar en que lo que vemos en las películas no es tan fantasioso como pensamos.



Moving City, Archigram

Mientras investigaba un poco sobre el Archigram me encontre con otro grupo de pensadores, estos del otro lado del planeta. En Japón, un grupo de arquitectos llamados los “Metabolistas”, crearon toda una ideologia basada en lo que sucedía en el momento. Gente como Fumihiko Maki y Kiyonori Kikutake se dieron cuenta de que el mundo estaba en un cambio constante y rápido, tras estas ideas encontraron la solución en una arquitectura que cambiara constantemente y que fuera creciendo conforme el edificio lo fuera necesitando, casi como si tuviera vida. Al ver las ideas que tenían plasmadas en papel realmente me causó mucho impacto e investigue un poco mas. Encontré que arquitectos como Kenzo Tange habían hecho planes para el crecimiento de Tokio, una ciudad que flotaría sobre la bahía como continuación de la ciudad, una idea bastante innovadora. Las ideas de los japoneses realmente rompían con todo lo que se había visto en la arquitectura hasta la fecha pero seguían con esa idea de la optimización de la construcción diseñando sistemas de producción en masa para la vivienda misma.



Plan maestro para Tokio/Kenzo Tange

Existió también un artista llamado Constant Nieuwenhuys a finales de los cincuenta, con una nueva idea acerca de las ciudades. Con su proyecto “New Babylon”, Constant describió su ciudad como un lugar que este en constante cambio, que sea dinámico. En su plan, separó al automóvil y lo acomodó debajo, mientras la ciudad se elevaba dejando la tierra libre. En un escrito explica que esta ciudad era infinita, porque a tierra es redonda, que su ciudad estaría en constante cambio y eso incitaría a la gente a ser mas creativa, propuso incluso el cambio constante de hogar. Busca, además, la eliminación del individualismo y esta a favor de una sociedad colectiva. Al parecer algunas ideas de los futuristas siguen volando en la cabeza de esta gente, aunque algunas ideas de Le Corbusier, como la separación del automóvil y del peatón también están presentes.



New Babylon/Constant Nieuwenhuys

Al parecer, el hombre jamás a dejado de pensar en el futuro, es algo nato, algo que nos intriga y nos causa cierto temor. La incertidumbre ha sido la mayor pregunta para toda la humanidad. En todas las artes se ha visto esta pregunta, y siempre ha sido un tema del que hablar. Además, en estos tiempos la idea del futuro nos aterra más con todos los problemas que están sucediendo; el calentamiento global, el agotamiento de los recursos, la contaminación y la sobrepoblación son solo algunos de los mayores problemas con los que nos enfrentamos hoy en día. Por todo esto, no me resulta extraño que el hombre moderno se encuentre en un dilema muy grande en cuanto a sus ciudades, a ver que su infraestructura no es la mejor para la gente. Todas estas visiones de una ciudad perfecta, a pesar de ser tan diferentes, desde los futuristas a Le Corbusier a Frank Lloyd Wright, de Archigram a los metabolistas y a Costant, incluso en las peliculas como Metropolis y Blade Runner, entre otras utopias urbanas buscaban un solo fin: encontrar una sociedad mejor.

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